Descripción del juego
En la versión más tradicional del juego, se utilizan tres varillas verticales. En una de ellas, se apila un cierto número de discos, ordenados de mayor a menor tamaño, y el objetivo consiste en pasar todos los discos de dicha varilla a una de las otras dos, ayudándose de la tercera, siguiendo dos simples reglas:
1.- Sólo se puede mover un disco de cada vez, y ha de ser el más pequeño.
2.- Nunca un disco puede descansar sobre otro de menor tamaño.
Leyenda
En el gran templo de Benarés, bajo la cúpula que señala el Centro del Mundo, reposa una bandeja de cobre en la que están plantadas tres agujas de diámetro más fino que el aguijón de una abeja. En el momento de la Creación, Dios colocó en una de las agujas 64 discos de oro puro, ordenados por tamaño: desde el mayor, que reposa sobre la bandeja, hasta el más pequeño, en lo más alto del montón. Incansablemente, día tras día, los sacerdotes del Templo mueven los discos haciéndolos pasar de una aguja a otra de acuerdo con leyes fijas e inmutables que dictan que el sacerdote en ejercicio no mueva más de un disco a la vez ni lo sitúe encima de un disco de menor tamaño. El día en que los 64 discos hayan sido trasladados desde la aguja en que Dios los puso al crear el mundo a una cualquiera de las otras dos agujas, ese día el Templo y, con gran estruendo, el mundo, desaparecerán.
No obstante, esta leyenda resultó ser un invento publicitario del creador del juego, el matemático Éduard Lucas. En aquella época, era muy común encontrar matemáticos ganándose la vida de forma itinerante con juegos de su invención, de la misma forma que los juglares hacían con su música. La falacia resultó ser tan efectista y tan bonita, que ha perdurado hasta nuestros días.
Una pregunta razonable podría ser: Si la leyenda fuese realidad y se lograse pasar todos los discos, ¿cuándo llegaría el fin del mundo?
El mínimo número de movimientos que se necesita para resolver este problema es de 264-1 Si los monjes hicieran un movimiento por segundo, los 64 discos estarían en la otra varilla en algo menos de 585 mil millones de años. Como comparación para ver la magnitud de esta cifra, la Tierra tiene como 5 mil millones de años, y el Universo entre 15 y 20 mil millones de años de antigüedad, sólo una pequeña fracción de esa cifra.
<Para jugar puedes visitar http://www.novelgames.com/es/tower>